La fuerza divisoria del terrorismo

El diccionario de la lengua española de la Real Academia define terrorismo como sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. A esta acepción podríamos añadirle infinidad de aspectos. Aunque creo que todos coincidimos que aterrorizar a la sociedad es uno de los objetivos de cualquier grupo terrorista. Pero, ¿Para qué?. En la mayoría de los casos esa acción deliberada de violencia busca fines políticos. Es el caso de la banda terrorista ETA. No volveré a remarcar sus exigencias porque ya llevamos cuatro décadas escuchándolas.
Ni Franco, ni Adolfo Suárez, ni Calvo Sotelo, ni Felipe González, ni Aznar pudieron acabar con ETA. Rodríguez Zapatero inició su legislatura con la clara intención de afrontar un proceso de paz en el País Vasco. El diálogo se convirtió en la principal arma de comunicación. Pero, no entre los dos grandes partidos políticos de nuestro país.
El 29 de diciembre de 2006 el presidente del Gobierno manifestaba que en un año estaríamos mejor que hoy respecto a la lucha antiterrorista. El 30 ETA ponía una bomba en la terminal 4 de Barajas, Madrid, y liquidaba el proceso de paz. El atentado cayó como un balde agua fría para el Gobierno. Sin embargo, los analistas políticos definieron la situación como momento clave para que Rajoy y Zapatero buscaran un consenso para afrontar una política común contra el terrorismo que integre al resto de las formaciones políticas con presencia parlamentaria. Dos reuniones dejaron un panorama muy negativo. Posiciones incongruentes que se mantienen vigentes.
Hoy, por petición propia de Rodríguez Zapatero se ha convocado un pleno extraordinario en el Congreso de los Diputados para definir la estrategia a seguir contra el terrorismo -sigue en directo la sesión-. El presidente del Gobierno ha abierto el debate, aceptando su error el pasado 29 de diciembre y pidiendo un consenso que integre a todas las fuerzas políticas. Po su parte, Rajoy ha tildado la política del Gobierno de 'suicidio' y exige una vez más el retorno al Pacto por la Libertades y contra el Terrorismo. Una vez más el poder de los terroristas vuelve a dividir a nuestros políticos. Parece que nuestros representantes democráticos están más interesados en cubrir sus aspiraciones políticas que en acabar con un tema que afecta a todos los españoles. Deja tu opinión en nuestra encuesta o como comentario.